domingo, 18 de junio de 2017

2x4

Finalmente he bordeado la locura, finalmente estalle la casa.
Finalmente fui tan humano, finalmente rogue por mi alma.
Finalmente llore con cartas, finalmente no entiendo nada.
Finalmente vivo despierto con miedo a voltear y oler a viejo
Finalmente pedi ayuda y te dije que te quiero
Finalmente no me llevo nada y ahora podemos llorar tranquilos
Finalmente yo buscando y vos arreglando
Finalmente yo rompiendo y vos cuidando
Finalmente yo callado y vos enseñando
Finalmente solos eternamente acompañados

Not the same

Soñarla no es lo mismo que crujir madera vieja en una cueva de colandras y matones. Tocarla no es igual que ver la lluvia mas triste del mundo, tan triste que no moja ni los cordones. Aquella soledad me andaba coqueteando, como una viuda, como una picardia caurentona que sonrie a los muchachitos. Andaba sacudiendo ropa mojada por las terrazas, chusmeando con mi curiosidad. La locura, el espanto y la curiosidad enfrascado como si fuera un portero enjuagando la vereda, asi de pronto, asi de inevitable.
El mas poronga en papagayo. Delirando por el zarpe y una vieja puta que se levanta la pollera. Montando circos que no dan risa ni por sorteo, me amparo en la esperanza que dan los dias con el empeño de un idiota.
Y aqui estoy escribiendo casi bajo la cama, Cronicas que no fueron, que son y seran.

Asylum

El mismo temor que las camas del psiquiatrico, me dio su espalda. El mismo temor de que nunca acabe y termine yo perdido en sabanas mojadas y noches tan largas como el silencio de los viejos. Porque su amor da el mismo temor a perder la cordura y pedir postres en tazas de plastico.
Sin sabores me iria a parar a la lona, sin vueltas, si ella no pediria explicaciones, si no fuera yo el que desata esta historia mas de locos que de enfermos.

El rey de los milagros

La mayor de las vanidades que a uno le espera, es creer que puede con uno mismo. Batalla mas ruda no hay que saber a contienda, la puerta del alma sola y confiada. Vamos chocando todo, nos enredamos con todos los cables y pateamos todas las patas con el dedo chico. A veces para el frio, perdonamos a todos los calores. Y no hay diciembre que no añoremos los otoños fraudulentos que granjeamos a Dios, con un amor y alguna lluvia que nos haga cojer como conejos.
Para todo lo demas existe el whisky y la coca, o hacerse amigo del rey de los milagros.