viernes, 12 de mayo de 2017

Carta de agradecimiento

Cuando es preferible morir, es mejor provocar al azar. El decidira como y cuando, nos dara la agonia que nos merecemos. El tiempo de sobra, tiempo de descuento donde quizas empatemos el partido.
Asi es mejor subirse a un avion y rezarle a Dios que se caiga, para no morir tan solo y que nadie sepa que fue la tristeza que arremolino las tormentas que rindieron al piloto. Es mejor tener al lado una calva señora empujando vaya a saber uno cuantas esperanzas, contra el cancer que se relame en sus entrañas.
Es mejor ser asaltado en un hostal de mala muerte y cruzar la cordillera apunado y leyendo a Rivera, que ese desierto mareado desnude la belleza que solo entrega cuando atraviesa el alma de un artista de esos que gritan los goles ebrios y no temen a las amas de casa de esos que las comas y los puntos los ponen despues porque ahi comprendi que la señora su alopecia y yo refinanciamos la misma muerte la del alma y la del cuerpo que es una sola muerte las comas y los puntos pongalos usted cuando prefiera morir

miércoles, 3 de mayo de 2017

Los crepusculos metetelos en el orto

Derramar la sal en estos siglos,
va a ser como perderme tus cumpleaños.
Lo que cuesta son las circunstancias,
que perduran nuestras, gastadas prepotencias.
De irreconciliables y esporadicos dolores
mediremos la eternidad de la sentencia.
Asi de increibles somos, insoportables mentirosos
que ni juntos ni solos hallamos las sorpresas,
ni atando las bicis, ni comprando todo el oro.
No soy tan distinto, quiero cambiar el auto,
viajar y morirme, guardarme los secretos.
Pero no hay ingenuidad alguna,
astucia, ni picaros olvidos,
que desprendan tus lagañas,
las mañanas que no den respiro.

Lo que el pueblo quiere

Les voy a dar en dosis justas
les entregare en pequeñas voluntades,
todas las excusas que me quedan.
Esculpiré toda la verguenza
dejare las bromas y la esperanza,
el insomnio, las trampas y mi direccion.
Amo como la soledad lo permite
hasta que indiferencia lo decida
y los sueños lo recomienden.
No hay frio que no soporte,
veranos de los que no me queje
ni madrugadas sin mensajes.
No existe futbol sin amigos,
nostalgia sin discordias,
ni perdones sin vino tinto.
Ahora que soy un plato sin servir,
una tibia queja de la noche,
los invito a escuchar un tango...