domingo, 30 de abril de 2017

Todas las ondas de Sinatra

Es irresistible escucharte Frank,
como un secreto ajeno
como los truenos, como la guerra.
No se si hablas, cantas o lloras
pero no tengo ganas de ninguna
Apenas me atrevo a rumiar estos botones,
tratando de no arruinarte
de no ensuciar los vestidos.
Te juro llegaste a mis dedos,
que torpemente me obedecen
en lugar de entregarse
sin las uñas y en los huesos
a la insoportable dicha de escucharte,
borracho solo y de madrugada.
Porque no hay belleza que no duela
espero revienten mis timpanos,
cuando sepan que lo han oido todo.
Voy a abrir la ventana Frank,
te andan necesitando mucho,
solo que no lo saben todavia.
Asi quizas despierten de las siestas
sin extrañar a nadie.
A ver si te oyen,
cuando no sepan que luz apagar
para poder dormir.

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